La cocina checa utiliza una superior resistencia que convierte el calor directamente en la sartén, dando por resultado incluso la calefacción y cocinar. Para mayor comodidad, la tapa de acero inoxidable tiene una ventana de vidrio que permite el monitoreo de alimentos mientras se cocinan. Estas características, combinadas con controles de temperatura variable y una tapa de autoventilación, simplifican significativamente el proceso de cocción y quemadas o irregularmente comidas caseras una cosa del pasado.