Detalles
En Elegías por el Pequeño Juego, Shelby Stephenson continúa su celebración de lugar, de la familia, y la memoria. Pero aquí hay una nueva elocuencia y autoridad de la rima y la balada de la forma, con los lamentos de aquellos que han pasado, y odas a los perros de caza, canciones para el juego, como las zarigüeyas y los conejos, una galería de retratos de las personas y de los seres animales, e incluso imaginario mascotas de la infancia. En el poema tras poema Stephenson capturas de la exuberancia de la infancia, el romance de los hot-rods, el deleite de corral de baloncesto, y la conmovedora poesía de aves en el campo. En el diálogo y el himno, este cantante y ganador medita sobre las cuestiones de la raza, la historia y los lazos de amor duradero. -Robert Morgan