Francis Bacon

La pintura de Francis Bacon (1909-1992) define la imagen destrozada de Europa tras la segunda guerra mundial, y sus figuras humanas convulsionaron ahora son básicas al léxico visual del siglo XX. Quitar todo andamiaje moral, Bacon hizo posible lo que él llamó "la brutalidad del hecho" implosión sobre sus lienzos, pelado detrás sus temas función animal y sed de sangre. En Bacon la cifra es casi siempre aislada y lanzó contra un implacable interior iluminado por una bombilla de luz (uno podría escribir una historia interesante de la bombilla en el arte, seguimiento de su trayectoria de, digamos, Van Gogh para luz artificial de Vuillard, a las bombillas colgantes desolado de tocino y Philip Guston). Francis Bacon tenía pocos críticos mejor de su obra que él--como testigo en esta magnífica declaración de intenciones a David Sylvester: "lo que quiero hacer es la cosa más allá de la apariencia de distorsión, pero en la distorsión para traer detrás a una grabación de la apariencia". Pero uno de los pocos escritores cuya sensibilidad confió fue el autor francés Michel Leiris. Leiris había compartida sensación de Bacon para la agudeza final del nervio en el arte, como su gran autobiografía "Hombría" atestigua y con sanción de Bacon, escribió el ensayo de monografía de punto de referencia de Poligrafa de 1987, que incluyó también una selección de pinturas claves 240 por Bacon a sí mismo. Que volumen, un texto imprescindible para los fans de tocino y eruditos, revisado y reimpreso por primera vez.