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En el desarrollo de la arquitectura contemporánea, nadie ha tenido una influencia mayor que Louis I. Kahn, cuyos edificios son del Salk Institute, el centro de estudio de Yale y la biblioteca de Exeter. Es recordado, sin embargo, no sólo como un maestro constructor, sino también como uno de los pensadores más importantes y creativos del siglo XX.
Para Kahn, el estudio de arquitectura fue el estudio de los seres humanos, sus aspiraciones más altas y más profundas verdades. Él ha buscado formas y materiales para expresar la sutileza y grandeza de la vida. En sus obras vemos la realización de su visión: superficies luminosas que evocan un temor fundamental, patios silenciosos que hablan de la expansividad y la santidad del espíritu, columnas monumentales y elegantes arcos que encarnan la dignidad y la fuerza.
Actualizado con un nuevo prólogo, esta obra clásica es una importante declaración sobre la creatividad humana, mostrándonos Louis Kahn como visionario, arquitecto y poeta.